La fiscalía impugnará las agrupaciones de Batasuna y las listas
contaminadas de ANV
El ministerio público se centrará en las candidaturas con
miembros relevantes del partido ilegal
Otra más de las noticias que El Pais no se cansa de repetir. Cualquier comentario que salga de la boca de los implicadosal dedillo. Se jacta así de ser imparcial, señalando fuentes y diciendo que está en boca del gobierno. Porque como el gobierno tiene la última palabra tiene derecho a decir lo que le dé la gana. Y así unas listas electorales están contaminadas. Y si me acusan de escribir como ellos tengo algo que decir.
Tocar el tema de Euskadi es siempre peliagudo. Incluso desde aquí parece que tengas que estar vigilando a ver a quién te puede oír. Toda España tiene su propia opinión y derecho a estar en lo cierto. Pero eso no parece que lo tengan en cuenta en este diario. No sé si creen que su función es sólo la de poner en contacto a las altas esferas con los ciudadanos. No sé si es que no ven que ellos también determinan, también guían. Si nos tenemos que basar en que la objetividad no existe, tenemos que asumir que toda opinión es reconducida. Ser periodista supone estar en medio sin andar calificando por los costados. Y a veces las comillas ayudan, por lo menos a deshacernos del muerto. De todas maneras no puedo acusar aquí a los medios de ser culpables del proceso.
A ver, qué maldita arrogancia la de este país la de pensar que puede estar al tanto de todo. Si quieren eso que busquen detectives privados para que analicen el caldo de cultivo. Aquí no, sale un juez y un político y desde su tribuna señala todos los malentendidos que pasan en la calle. Porque los abertzales viven en la calle. Comen en familia los domingos, se reúnen en las tabernas y piensan en lo que les interesa cuando van al curro. Pues como en todos lados. Sólo que allá se han sentido un poco más fustrados por el tema del nacionalismo, aunque ahora, como están demostrando, ya empiecen a estar hartos de tanto lío. Porque es la calle vasca la que lo dice, la que lo está pidiendo a gritos. Me gustaría recordarles a los políticos de este país que fue ETA la que PIDIÓ un alto al fuego. ¿Que no se pone ese verbo? Miren esta máxima de colegio: dos no se pelean si uno no quiere. Y la cosa parece que ya no sólo es tema de los peperos (desde aquí un reclamo a todos los vascos: tápense los oídos cuando alguno de esos payasos crear tener que decir algo). Ahora que ven que la cosa avanza, los círculos políticos se creen que están en una guerra que están ganando y se permiten decir la primera gracia. Léanme, no soy el paradigma de la delicadeza, pero por favor, trátense con un poco de tacto. Hablar de listas contaminadas es lo mismo que decir que hay un grupo de vascos que van a traer la gripe aviar a España.
La gente del país vasco es la que tiene que tirar adelante el final de la violencia. Cuando la mayoría ya está decidida lo mejor es escucharla e ir haciendo sin sacar mucho la cabeza. Ya se encargarán los historiadores de dar cuenta de los errores. Ahora el único objetivo que hay que perseguir es que se acaben las bombas. A mí me importa un bledo que el PSOE haya sido blando, que el PP sea un interesado o que Batasuna, o como quiera que se le llame ahora, ponga sonrisa cínica. No me interesa mirarlos, lo que quiero es calmar los ánimos, hacer una burbuja para que todo vaya pasando. Ya sé que las víctimas no tienen ganas de tragar más de lo que lo han hecho, pero ellas son las más interesadas en que esto acabe de una vez. Y la peor manera es meter cizaña con impulsos de aquí lo hago. Así es como ha funcionado la política terrorista hasta ahora.
Yo no perdonaría que ahora se perdiera esta oportunidad, en serio. Si ya normalmente salgo con cara de mala leche, ésta sería una razón más para el desengaño. Aprendamos algo de los ingleses. Utilicemos su lenguaje normativo, hagámonos burócratas, hagámonos máquinas. No pensemos en la sociedad vasca como un posible germen de reaccionarios. Ellos actúan como todos los políticos, sólo que con un poco más de rabia porque están en el punto de mira. Si caldeamos los ánimos sólo conseguiremos crear más de desconfianza en el País Vasco y dar razones a los abertzales para cerrarse de plano. Porque claro, como están contaminados.
3 comentarios:
Alba el luns en RAdio! vas conmigo! serás la redactora y yo la editora, así qu haciendo uso ya de mis funciones... te aviso! jeje
saludos!
ben dit!
molt bé aquest blog!
El bon demòcrata és aquell que opina que hi ha ciutadans ciutadans, ciutadans de Ciutadans i ciutadans de segona.
Bon post! Salut!
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