Me da por comentar hoy, en el reenésimo reestreno del blog, esto que está tan de moda que llaman crisis. No porque esté afectada, mira que saco tiempo hasta para pensarla, pero hoy me he despertado con una idea persecutoria. La idea del Plan Marshall en la noticia:
La crisis del euro
La UE intenta salvar el euro con un rescate de Grecia de 109.000 millones
Trichet admite una aportación privada de 50.000 millones que podría considerarse un impago parcial a cambio de reforzar el fondo de auxilio
Del euro dice, pues la que yo llevo...
En fin, dentro de un tiempo lo más interesante de esta entrada será saber si todavía está activo el enlace. Pero siguiendo el tema el Plan Marshall, el Plan Marshall. No he estudiado economía por eso soy un completo fraude en estos temas, pero participo del subconsciente colectivo. A ver si así me hago entender. La idea es que en los '50 el amigo americano desembolsó la pasta gansa para crear el estado del bienestar que nos hemos inventado. Ahora la crisis es su culpa y Europa sólo paga los platos. Mi simpatía por los USA se reduce a verlos como los pobres hijos de la historia fallida de Europa, y todavía creen que han tenido suerte. Pero al Viejo Continente le viene que ni pintado eso de ser rescatado, por enésima. Con esto de la inocencia, América nos protegió como si fuéramos la cuna de su civilización. Europa es lista, consiguió salir adelante aún después del medio siglo que se pasó pegándose tiros. Veo que no me explico.
Esto debe enlazar con una visión más antropológica de lo que me refería. Más allá de los motivos socioculturales, (este concepto mola mucho), lo que es cierto es que aquella inversión nos ayudó, mucho. Lo de que durante el medio siglo posterior hemos conseguido la paz, los pactos, la Europa del euro y el progreso. La otra cara es qué pasó con los países de abajo, por qué sinergia abstrusa la evolución no iba con ellos. Pero yo nací aquí, no muerdas la mano de quien te da de comer. Y así crecimos, bien alimentados, algo menos convencidos, pero por lo menos sanos para pasar el rato. Ahora el bienestar es mental, pero nunca está de más practicarlo en un buen sofá.
La cosa es que creo que el rescate de Grecia y las condiciones de devolución de la deuda es ahora un repetimos del Plan Marshall. Soy firme defensora de la filosofía de que la generosidad es el egoísmo más interesado, y creo que aquí aplica. No soy economista y por eso me atrevo a decir lo que creo que ha sido el primer paso en firme para salir de la crisis. Por lo menos a partir de ahora la bolsa europea no va a sufrir tanto el mercado. Las agencias de calificación ya están rasgándose porque se les acaban las grandes noticias, aunque seguirán metiendo la pata donde no les llaman. Así que creo que estamos salvados. La siguiente crisi quizá venga más rápido que ésta, pero se abre la veda para la recuperación y quizá algo de desarrollo. A ver cómo se aprovecha.
Pero lo que me inquieta de todo esto es que la fórmula se repite. Me cuesta asumir que no somos dioses, pero me persigue una imagen cada vez que abro la nevera y veo que pueden haber niños trabajando dentro. Y si por falta de imaginación no es, ¿por qué siempre estamos con el mismo cuento?
La Merkel se ha callado por presión, pero está pidiendo perdón a todos los alemanes porque no van a tener un horizonte mejor. Y que no se quejen, si dejan caer a los países del sur, la corriente les lleva con ellos. Me parece que ésta ha sido la razón... ¿y no habrá un planteamiento para hacerlo con otros continentes?
Apoyo la #spanishrevolution, pero espero que no se confunda con la pataleta por no conseguir un plasma para el salón. Cuando Europa habla de derechos a mí me da por temer que no acabe en eso.
Pero tenemos suerte, mucha, no sé si sólo quería decir esto.
Pero tenemos suerte, mucha, no sé si sólo quería decir esto.
Viñetas del Roto para contextualizar. ¿Las ideas se copian o es el subconsciente colectivo?
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