miércoles, agosto 3

Solipsismo y psicopatías razonables

Me doy cuenta de que a lo largo del tiempo siempre voy recurriendo a los mismos temas. Eso no me hace menos original o interesante, sólo repetitiva. Pero hay cosas que necesitan de profundización y otras que es necesario machacar porque parece que no entran. Así que me repito: un psicópata no tiene derecho a un juicio. Bueno matizo, sí lo tiene, pero no a defensa.

La idea viene con un café leyendo La Vanguardia, que dice: "El autor confeso de los atentados de Noruega cree que un "un japonés le entendería mucho mejor que un europeo" dado su concepto del honor" (reclamando un nuevo psicólogo para su defensa)

Antes de que salten alarmas sobre el concepto de justicia, me parece importante decir que estoy poniendo en cuestión el sistema, no la idea. La justicia no se basa en el principio de que todos somos iguales, grave error de planteamiento. La justicia se basa en el principio de que toda persona es inocente, en su garantía de derechos, siempre que no se demuestre lo contrario. Ojito, cuando se demuestra lo contrario, NO dispone de todos sus derechos.

Con aquello de que la sociedad llega un momento que está por encima del ciudadano (¡y en nombre del bien común!), se pierde la noción de quién es culpable y quién inocente. El progreso ha llevado a la creencia que las instituciones tienen más razón de ser que el mismo ser humano. A este paso, con la hiperinteligencia de las máquinas buscaremos un ente superior que tenga más juicio que nosotros, y volverá Dios entre nosotros por obra y gracia. Y quizá pensemos que el Hombre ha superado tanto su naturaleza que la sociedad moderna puede darse el lujo arrogante de entender hasta los casos de psicopatía extrema. Y ya de paso los justificamos, los exculpamos e integramos como otro rasgo más de pluralismo.

Ni soy experta ni he estudiado el cerebro, pero creo que llego a ser capaz de señalar la línea entre quién es un criminal por no encontrar salida, y quién está fuera de órbita y quiere justificar hasta un heroico plan criminal. Estoy a favor de que el autoengaño es la mejor terapia para continuar con tu vida, pero el límite es siempre que no se haga daño al prójimo. Al contrario de lo que se suele pensar, cada vez creo más que el principio del bien y el mal es lo que precisamente podemos asegurar como no relativo. Yo diría algo así: "Duele, luego existo". Que, o tienes un problema mental, o lo que te hace daño a ti se lo hace igual al de enfrente.

Cuando Breivik pretende que se considere el honor como exculpación de asesinato, lo que me da más miedo de todo es que se pierdan horas de psicología jurídica para entenderlo. Que si fuera un niño pequeño lo resolveríamos con un pellizco en el moflete y una palmada en el culete, por listo. Se descubre a un psicópata porque justifica un acto criminal en nombre del ideal, (y éste además lo lleva delante de una corte penal). Quizá no tuvo madre para que le pusiera donde le tocaba en su momento y ésa sea la razón final. Tampoco eso le justifica, lo siento.

El problema de este caso es que si podemos aceptar que este tipo justifique sus actos haciendo uso de la razón, ¿cómo vamos a tener capacidad para discernir en casos de más complejidad? Si cualquier idea(l) sirve para ponerse a hacer lo que me conviene, no voy a ser yo la que me meta con el modelo neoliberal. Ya vendrá después la teoría económica a dar fe de la bondad del sistema apelando al solipsismo como cualidad superior de la raza.

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